Estética política y formación de comportamientos sociales

¿De qué manera se nos inculcar vivir con la sorpresa, el impacto y la vida que está llena de acontecimientos cuando la fluidez de dichos hechos que se muestran netamente informativos, se rigen en excluir y en comunicar la realidad a conveniencia política en especial económica?

Los hechos son netamente informativos porque las estructuras que manejan los medios masivos de comunicación, bombardean con infinidad de imágenes haciendo que cada hecho que pasa en el mundo sea con “reflexión espontánea” e incomprensible.

La incomprensibilidad se da de manera ambigua, es decir;  es tanta la opresión, jerarquización, repetición y sintetización de lo que pasa en el mundo, que no se comprende lo que verdaderamente acontece -por la superficialidad del hecho- y mucho menos se sabe del por qué no lo entendemos. Hay que dudar de todo lo que somos y lo que nos dicen.

El acontecimiento es lo que sucede y al suceder llega a sorprenderme, a sorprender y a suspender la comprensión: el acontecimiento es ante todo lo que yo no comprendo. O mejor: el acontecimiento es ante todo que yo no comprenda. Consiste en aquello que yo no comprendo: lo que yo no comprendo, y ante todo que yo no comprenda, el hecho de que yo no comprenda: mi incomprensión, dice Jacques Derrida en una entrevista hecha por Giovanna Borradori. Autoinmunidad: suicidios simbólicos y reales. Acerca del bombardeo torres gemelas el 11 de septiembre de 2011.

La estética es uno de los grandes conceptos que acciona al paso de lo que el ente económico necesita para que el ámbito político intervenga en los medios masivos, con el fin de llegarle al pueblo masificado y educado por ejemplo, a través del consumo. Es más que hablar de un concepto (estética) girado en transformaciones artísticas de lo bello y perfecto, es la sutil herramienta metódica que se tiene para proponer estratégicamente unos comportamientos sociales a través de no solo de la tecnología de información sino los demás medios masivos.

El noticiero es la mezcla representativa de la influencia política en la estética, es decir masifica a la gente creándole la necesidad de conocer lo que pasa, con una inmediatez radical y con una distribución informativa jerarquizada a través de tensiones emocionales y sentimentales. En consecuencia, nos hacen creer que la comunicación masiva es el único medio que tiene la única y veraz información.

La política y la formación de lecho gubernamental es el ámbito del cual todos nos esperanzamos para lograr tener una organización y justicia homogénea. Esta utopía de la que tanto nos saciamos para subsistir y sobrevivir al posmodernismo, es una reestructura -me atrevo a decir- del poder burocrático de la economía.

Por lo tanto, estéticamente, es propio pensar en una actualidad de modo esencial y no accidental o superficial, ya no se piensa en ver el mundo para un pro colectivo sino en sobrevivir y subsistir como individuo. Por lo tanto, puedo concluir desde este punto, que la estética posmoderna es una causa política que permite pensar que estéticamente, el presente está impregnado de este individualismo.

Así que la actualidad dentro del contexto anterior es una simple reducción del presente, vale repetir la sintetización y jerarquización de hechos plasmados en una noticia. Para esto se propone e inculca que la imagen es como producto audiovisual la que percata más fácilmente y con mayor agilidad, la representación de la realidad que transmite un medio masivo, como la televisión.

Para ser más específicos, a través del noticiero nos bombardean de imágenes susceptibles e infinitas de algún hecho u acontecimiento que nos sorprende. Esto se debe a que llevan un control de los sucesos según se convenga (rating-competitividad), dentro del ambiente empresarial del cual se caracteriza por mover un sistema mercantil que ya nos ve no como espectadores, sino como públicos administrados como objetos de consumo.

El ejemplo de subjetividad masiva

El acontecimiento representado como un hecho mundial dado el 11 de septiembre de 2011 en Nueva York, repercutó sorpresivamente a los públicos, puesto que más que todo en la televisión se trasmitió un hecho tediosamente informativo, la veracidad tambaleó cuando trató de llegarle al público a través de rumores y suposiciones, y así mismo, se ejemplifica en el comportamiento de la gente, al ver ese acontecimiento como único en el mundo y único tema de conversación y discusión en todas las partes de la tierra.

Es preciso resaltar en este masivo suicidio que los medios de comunicación mostraron esta noticia como única, actual, superflua. ¿Qué paso con los demás sucesos del mundo que fueron igual de consecuentes a aquél 11 de septiembre?, pues la masividad comunicativa cumple su labor al hacer creer a su espectador, que es la única realidad y la única noticia que pasó en aquel entonces. Es evidente el control social manejado a través de las cortinas de humo que se interponen a través de este circo informativo.

Las necesidades y subjetividades se validad a través de las estructuras ya implantadas por los medios -como lo he venido diciendo-. La reflexión y el pensamiento propio no existe porque el poder jerarquizado por otros que pensaron primero, implantan pensamientos y no las bases para la creación de un verdadero conocimiento. Hoy nos clasifican en pueblo, masa, estatus, populismo... y nuestros hechos, como lo dijo Jacques Derrida, son acontecimientos, son cosas.

No es de fijarse en la manera en que los medios masivos localizan o internacionalizan lo que pasa en el mundo ¡Ay mundo de la globalización!; tampoco no es solo de analizar un hecho consecuente de la corrupción y la guerra que solo mostró obscenidad para llenar el morbo del pueblo, sino de sujetar como consecuencia el comportamiento del hombre superficial dentro de un ambiente mercantil (propagandas, novelas, noticias regionales e internacionales) lleno de estereotipo.

“…Cómo sentimos en la actualidad y capaz de tentarse entre los dominios tradicionales de la disciplina estética (la apariencia y lo sensible) y el tratamiento fáctico de la actualidad y de la subjetividad por parte de los poderes contemporáneos. (…) cómo sentimos se nos muestra en toda su radicalidad cuando entra en reciprocidad con ¿cómo se nos hace sentir?, dice Luis Puelles en su texto Entre imágenes: experiencia estética y mundo versátil.

No  hay que ver como solución y único concepto la filosofía del arte en lo estético, hay que analizar debidamente las implicaciones éticas que se derivan de un mundo en el que su estado emocional dentro del arte estético, no posee relevancia en la realidad representada en un medio, la subjetividad está envuelta en la reproductividad serial de la emotividad.

Relativamente nuestra cavidad interpretativa está envuelta de manera innata en el comportamiento y  la formación social. Una buena salida para encontrar el pensamiento y el verdadero conocimiento es en mi opinión, regirse de la experiencia misma, del empirismo, para mirar fuera de las estructuras que nos impone el poder ambiguo de los medios masivos de comunicación.

Referencias
· * Entre imágenes: experiencia y mundo versátil. PUELLES ROMERO LUIS.
·*Autoinmunidad: suicidios simbólicos y reales. Entrevista de BORRADORI GIOVANA A JACQUES DERRIDA.

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